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La Pasión no tiene Límites ni Edad. Episodio 15: Mount Everest Base Camp a los 84 Años!!!

Yira Vermenton
7 mar 2016
3 Min. de lectura

Edna Northrup en una de esas admirables miembros de mi familia extendida USANA Health Sciences, y me encantó escucharla contar su historia de amor por el Senderismo …amoríos que comenzaron en aquella edad a la que muchos le llaman 3ra. EDAD.

Fue a los 60 años después de haber sido la alcaldesa de su ciudad por dos períodos consecutivos (un total de 8 años), cuando empezó a picarle el deseo por el senderismo…. Siempre había sido una mujer muy activa, que enviudó muy joven y sacó adelante su familia de 5 hijos. Como vivía en una ciudad de resorts de Ski, esta fue una actividad que durante muchos años unió a toda la familia, ya que todos lo practicaban (incluyendo por supuesto a Edna y a su difunto marido).

“Pero cuando la familia crece y los hijos se van, una tiene que descubrir sus propias pasiones y hacer realidad sus sueños.” La edad nunca fue una limitante para ella… “sino fuera porque la sociedad insiste en encasillarte y recordártelo, lo cierto es que no lo contemplo muy a menudo.” Al término de su segundo período de alcaldesa, conoció a su amiga Ann, que se convertiría e su fiel compañera de caminatas de largas distancias y montañismo. Fue con ella con quien se estrenó en su primera aventura de senderismo en el Sendero de los Apalaches, una ruta señalizada de senderismo de largo recorrido del este de los Estados Unidos que tiene una longitud de 3.500 km.

Después de esa aventura se dispusieron a subir los 46 picos más altos a lo largo del Atlantico y los 111 montañas más altas del este de los Estados Unidos. Entre tanto también supieron sacarle provecho a sus aventuras, colaborando con uno de los hijos de Edna quien durante ese tiempo tenía un proyecto que se dedicaba a reciclar el material ferreo de líneas de ferrocarriles abandonadas. Así que las dos señoras se patearon cientos de kilometros por diferentes regions y estados de los EEUU, identificando “material salvable”, siendo remuneradas por dicha actividad, y pasándosela de maravillas conociendo nuevos paisajes y nuevos destinos.

En Mayo de 2010, cuando tenía 84 años, Edna participó junto con un grupo de 44 distribuidores de USANA, en una expedición que subió al Campamento Base del Monte Everest a 5364 metros de altura y una caminata de unos 160 kms. La cuasi nonagenaria se convirtió entonces en la mujer más mayor que hasta ese momento había subido al campamento de base del Everest. No era su intención el lograr ese record, y a pesar del reto que significaba realizar esa excursión a su edad, cuando su hija Penny le planteó, que no tenía nada que perder puesto que si a mitad de camino sentía que no lo lograría podría simplemente devolverse… su respuesta fue: “eso no está en mi sistema”. Nada le impidió completar el viaje, que tardó 8 días. "Tenía dos excelentes sherpas, y cada uno me agarraba de un brazo y me decía: 'Vamos, Edna, ya casi lo consigues", nos cuenta. "Entonces, mientras hacíamos la última trepada para llegar a nuestro destino, había todo un grupo de personas y que gritaban: 'Edna! Edna!' "

Su determinación y su estado de salud hicieron toda la diferencia! No puedo dejar de mencionar que en todo momento Edna muestra su confianza en su estado físico porque siempre ha sabido cuidarse: alimentarse bien, hacer ejercicios y usar los mejores suplementos de la bolita del mundo… Usana, por supuesto!!! Y más cuando hizo de esto último, un estilo de vida que le ha permitido crear un ingreso residual “en su tercera edad” que le ha permitido salir a vivir sus pasiones sin tener que preocuparse de qué va a vivir y cómo va a financiar sus viajes!

Edna es verdaderamente admirable y un gran ejemplo a seguir… terminó la charla que nos dió el pasado Enero durante la celebración del USANA Sweet Retreat, diciendo que muchas personas se olvidan de vivir sus sueños cuando empiezan a creerse que “están entrando en edad”… los exhorta a no dejar de vivir… dice que aunque ya no carga su mochila de 40 libras cuando sale a caminar… “aún puedo subir montañas”!!! Ahora, casi en sus 90, Edna se siente agradecida por la vida que tiene. "Miro hacia fuera por las mañanas, respiro profundamente y digo: 'Wow, qué privilegio he tenido de vivir aquí todos estos años, disfrutar de esta vida y tener una buena familia'".

Ahora mírate al espejo. Si eres más joven que Edna, y te has repetido más de una vez que ya estás muy viejo para algo… replantéatelo una vez más. Esta vez con la intención de VIVIR tu sueño!