Sal de tu Jacuzzi de Dolor!!!
- Yira Vermenton
- 7 mar 2017
- 2 Min. de lectura

Te encuentras a menudo preguntándote, “por qué a mi?”
Cuántas veces a la semana te repites esa historia de sufrimiento que te ha dejado marcad@? A cuántas personas le cuentas esa triste historia?
Andas por ahí mendigando atención? Mendigando amor?
Se que no debo expresarlo de esa manera, pero seré transparente al respecto, me choca mucho esa conducta de auto-conmiseración. Me enerva y suelo ser muy directa con estas personas. Me encanta ayudar a la gente a ser más feliz, pero no puedo evitar el deseo de sacudir a la gente que se empeña en buscar refugio en el falso consuelo de sentir pena por si mism@.
Todos tenemos momentos de adversidad, y para cada uno su adversidad en el momento que le toque, puede convertirse en un cuarto oscuro que parece no tener salida. Pero no importa el nombre que tenga tu adversidad, divorcio, enfermedad, muerte de un ser querido, infidelidad, accidente, incapacidad, problemas financieros, abandono o traición; siempre se puede salir de esa oscuridad.
Cuando te empeñas en hacerte un scrub matutino de sufrimiento, darte un Jacuzzi de dolor y entrar a un sauna de martirio, cierras tú mism@ los grilletes y botas la llave. Te encierras en una cárcel autoimpuesta controlada port u mente y tus pensamientos, de la que sólo puedes liberarte tu mism@.
La gente ya no te quiere a su lado, porque le drenas su energía. Entonces le echas más burbujas a tu Jacuzzi de dolor… ahora te siente sól@ y abandonad@.
Siempre víctima, no?
Lo que más me choca de esta conducta es el hecho de que todos aquellos que se someten a ese martirio auto-impuesto le roban a mundo de su grandeza. Esos dones y esos talentos que recibieron para recibir a la humanidad se pierden… se desperdician. Entre tanto, por el orden divino de todas las cosas, queda mucha gente sin ser servida… sin ser tocada, por aquellos, que fueron tan tremendamente egoístas, que no se percataron de que en este juego de la vida, no siempre se trata de nosotros mismos, sino de aquellos menos afortunados que están esperando que salgamos a flote para que le tiremos la cuerda de rescate.
Cuando puedas enfocarte en la necesidad de otras personas, tu propio sufrimiento exagerado disminuirá, en el mismo grado que demuestres simpatía y te dispongas a servir a otros que necesitan de ese regalo que sólo tú puedes darles. Si aún no sabes qué es.... descubre tu pasión. Las pasiones son la llave que nos abren la puerta de nuestro destino personal.
Cada experiencia vivida, es un regalo… para llenar nuestra historia de contenido y con ella inspirar a muchos otros a alcanzar su propia grandeza.
Salte ya de ese Jacuzzi de dolor… decide dar el salto de la Adversidad a la Plenitud! La vida te está esperando.
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